Muchas gracias por dedicarme un momento. Mi nombre es Patricia y aquí encontrarás un espacio de reflexión con la música como eje vertebrador… pero no sólo eso.
Como te decía en la cita de Murray Schafer, oír, y especialmente escuchar, son formas de tocar desde la distancia. Por otra parte, tocar un instrumento contiene en la acción misma ese primer contacto puramente táctil que convierte los engranajes del instrumento en una extension del cuerpo del intérprete, una relación que es natural al cantar. Tocar tiene, pues, la facultad de transmitir una energía capaz de poner en movimiento el cuerpo sonoro (suonare) y la capacidad de abordarlo desde una perspectiva experimental, curiosa y, por qué no decirlo, juguetona (to play, jouer), connotaciones que en nuestro idioma se pierden. Así, lo que soy pasa, a través de mis dedos, a la madera, a las cuerdas, y tañe el aire que nos separa. Las vibraciones de ese aire pueden viajar donde te encuentras, y rozarte la piel.
Sólo del contacto surge el sonido. Sólo de la escucha, el contacto.
A través del sonido espero entablar contigo una conversación, y que compartamos un lenguaje común.